¡Despierta! Están pasando cosas y tú sin enterarte. ¡Despierta! Aunque no lo
creas, las cosas dependen de ti. ¡Despierta! Porque es Adviento; tiempo de
encender la vela de los “sueños”, de los grandes deseos. Es la hora de la
Utopía de Dios.
Dios tiene prisa…y nos desvela de nuestro sueño para pedirnos que estemos
atentos a su llegada. Una llegada que se hace vida para dar vida, que se
espera para dar esperanza.
Desde nuestro grupo, con nuestros jóvenes y chavales hemos celebrado el sentido de este tiempo con una pequeña celebración de adviento, donde con pequeños gestos, hemos ido preparando nuestro camino hasta el pesebre de Belén, acompañados de la palabra.
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