viernes, 29 de abril de 2011

jueves, 28 de abril de 2011

domingo, 24 de abril de 2011

¡¡CRISTO HA RESUCITADO, ALELUYA, ALELUYA!!
¡¡Que alegría mas grande!!
Seamos “gentes de Pascua” vivamos la vida del Resucitado con la alegría y la experiencia de la Resurrección, seamos mensajeros de esta buena noticia… “no tengamos miedo”…anunciémoslo y llevemos esta alegría a nuestras familias, trabajos, grupos,... a todos aquellos que nos necesitan en este mundo que hoy vivimos.
Gracias Señor por el gran regalo de la vida, la vida en Cristo Resucitado.
¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!

domingo, 17 de abril de 2011

“ESCÁNDALO Y LOCURA”

“Los cristianos seguimos celebrando al Dios crucificado, para no olvidar nunca el “amor loco” de Dios a la humanidad y para mantener vivo el recuerdo de todos los crucificados. Es un escándalo y una locura. Sin embargo, para quienes seguimos a Jesús y creemos en el misterio redentor que se encierra en su muerte, es la fuerza que sostiene nuestra esperanza y nuestra lucha por un mundo más humano.

¡¡¡FELIZ CAMINO HACIA LA PASCUA!!!!

IX Estación


Jesús cae por tercera vez
Jesús cae y es pisoteado. Cae por el peso de la Cruz, por las burlas y la avalancha del mal. Cae por sí mismo, pero es tirado. Estructuras, intereses, poderes que oprimen, siguen tirando y aplastando a Jesús: en África, en Asia, en América… y aquí, también muy cerca de donde vivimos, con nuestro estilo de vida, nuestra búsqueda de comodidades, nuestras opciones. Nosotros también, desgraciadamente, pisoteamos a Jesús. Parece que le amamos, pero en el momento crucial, nos pueden nuestros gustos, intereses y apetencias.
Él se queda solo, tirado, pisoteado. ¿Nos hemos dando cuenta del Cristo tirado en la calle, al que llamamos sin techo, sin papeles, sin…?
No seamos cómplices de empobrecer al hermano. No pisoteemos a Jesús en el hombre o mujer que está en la cuneta de la historia y del mundo. Aún estamos a tiempo de ayudar a levantarlo. Tan cerca. Tan lejos. Es una cuestión estructural y también de cada uno.


Oración: Señor Jesús, que caes por tercera vez, con más dureza, al suelo. Tú sientes la carga de la Cruz y el desprecio de aquellos que dan la espalda a tu Evangelio, de los que prefieren ganar intereses en lugar de desvivirse por el bien del hermano. Que esta tercera caída sea para nosotros una fuerte interpelación para tener cuidado al pisar y no aplastar al más débil, con el afán de enriquecer nuestro propio yo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 11 de abril de 2011

VIII Estación

Jesús consuela a las mujeres
El peso de la Cruz de Jesús se hace próximo a las mujeres. Mujeres sin rostro que siguen sufriendo marginación, maltrato… en tantos lugares, aún, desgraciadamente. Jesús se acerca a vosotras que, creadas por la mano amorosa del buen Dios, os veis privadas de una situación digna para vivir y para amar.
La pobreza y la marginación son palabras femeninas. Palabras que no tendrían que estar asociadas a géneros. Palabras que no tendrían que tener que aplicarse y que, lamentablemente, cada día nos sorprenden, porque no podemos quedarnos igual ante tantas violencias y discriminaciones.



Oración: Señor Jesús, consuelo de las mujeres de Jerusalén, consuelo de las mujeres de todos los tiempos. Síguete acercando a aquellas que, fielmente, te acompañan en tu itinerario pascual. Anímalas con tu palabra y desconcierta los corazones henchidos por el orgullo, el poder y la fuerza. Cuida a todas las mujeres del mundo, Tú, que cargado con la Cruz, tuviste tiempo para acercarte a ellas. Amén.

VII Estación


Jesús cae por segunda vez
Sus caídas son cada vez más terribles, porque el camino, la subida se va haciendo más costosa y empinada. Las fuerzas decaen. Y, encima, Él no cae solo.
Jesús sigue cayendo hoy. Cae con el pobre, con el enfermo, con el desnudo, con el preso… Y nosotros no caemos en la cuenta de tantos como están cayendo.
Son  caídas hacia el abismo. Abismo de insolidaridad, de indiferencia cómplice. Abismo de oscuridad, de falta de valores, de superioridad y pasotismo.
Esta segunda caída es un segundo aviso. Jesús ya no cae siquiera en el suelo. ¿No podemos hacer nada por sostener a Jesús, por sostener a los que caen?


Oración: Señor Jesús, caído y compañero de los que continuamente caen, víctimas de la falta de amor de los que les rodean. Remuévenos para no dejarte ver tirado por el suelo junto al pobre, el anciano o el preso. No permitas que seamos cómplices de las sombras de tanto desconsuelo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

sábado, 9 de abril de 2011

ATRÉVETE A DAR A SIGUIENTE...

SEGUIMOS CAMINANDO EN ESTE TIEMPO, QUIZÁS MUCHOS YA SE HAN CANSADO, O SE HAN SENTADO MIRANDO HACIA DETRÁS...

CAMINAR EN GRUPO Y COMPARTIR NUESTRA FE ES TODO UN REGALO, GRACIAS A TODOS POR FORMAR PARTE DE ESTE, "MI CAMINO".

viernes, 8 de abril de 2011

jueves, 7 de abril de 2011

El ayuno
Cuando los cristianos practicamos el ayuno no lo hacemos por pensar que Dios disfruta con el sufrimiento del hombre. Por el contrario, es una ofrenda que nos ayuda a profundizar en el amor.

Con palabras de Benedicto XVI, "el ayuno, que puede tener distintas motivaciones, adquiere para el cristiano un significado hondamente religioso: haciendo más pobre nuestra mesa, aprendemos a superar el egoísmo para vivir en la lógica del don y del amor; soportando la privación de alguna cosa, y no sólo de lo superfluo, aprendemos a apartar la mirada de nuestro ‘yo’, para descubrir a Alguien a nuestro lado y reconocer a Dios en los rostros de nuestros hermanos. Para el cristiano el ayuno no tiene nada de intimista, sino que abre mayormente a Dios y a las necesidades de los hombres, y hace que el amor a Dios sea también amor al prójimo". Por eso insiste san Pedro Crisólogo en que "oración, limosna y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se revitalizan recíprocamente", porque "el ayuno es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno", pues "el ayuno se torna infructuoso si la misericordia no lo fecunda".

Desde esta lógica, podemos ayunar de alimentos y también de otras cosas: de encender el televisor, para dialogar y jugar con los miembros de la familia; de comprar una prenda, para compartir ese dinero con los que carecen de trabajo; de las prisas, para dar al otro la oportunidad de ser escuchado; de poner mala cara al otro, para compartir con él nuestra alegría; de la comodidad hogareña, para visitar a alguien que se encuentra solo… En definitiva, es salir del egoísmo, para compartir nuestro amor, que es mejor de los regalos.

miércoles, 6 de abril de 2011

VI  ESTACIÓN

Jesús encuentra a Verónica
Con el salmo 26 decimos:
“Oigo en mi corazón:  ‘Buscad mi rostro’.
 Tu rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro”.

Tú no puedes ocultarnos, Señor, tu rostro, porque te vemos continuamente presente en los sufrientes.
Secar su sudor y su sangre será nuestra vocación. Seremos Iglesia samaritana, al estilo de Verónica, cuando aliviemos el dolor de los que más sufren. Cuando ese dolor quede impregnado no en lienzos externos, sino en lo más interior de nuestra alma. En ese interior que queda tocado no por imágenes, sino por historias concretas de hermanos nuestros que actualizan tu Cruz en el Calvario.



Oración: Señor Jesús, cansado y humillado, varón de dolores y esperanza de los pobres. Déjanos acercarnos a ti como Verónica, permite que te encontremos en el hermano que sufre. No nos dejes caer en la tentación de aligerar el peso de nuestra conciencia con pequeñas acciones aisladas, sino haz que vivamos cada vez más un compromiso mayor con los más arrinconados, humillados y crucificados. Amén.

martes, 5 de abril de 2011

V Estación

Jesús es ayudado por el Cireneo
A Jesús le alivia el peso de los sufrientes una Iglesia que es cirenea, que carga con las historias de las personas que, empujada por el Espíritu, pone con alegría su esfuerzo al servicio de su Señor.
Y, Jesús, en medio de su Pasión sonríe y se alegra de comprobar que la Iglesia samaritana, la Iglesia de los pequeños, la Iglesia que anuncia lo que vive le ayuda en su misión del Calvario.
Seamos esa Iglesia. Ahora, en Cuaresma. Y siempre.



Oración: Señor Jesús, coronado de espinas con la cruz a cuestas, no te olvides de tu Iglesia. Pide al Padre por ella e ilumínala con la memoria de tu Espíritu. Ojalá en medio del mundo, tu Iglesia de testimonio de frescura, entrega, sencillez, alegría. Iglesia samaritana, misionera y cirenea. Tu comunidad, tu pueblo, tu gente. No te olvides de tu Iglesia. Impúlsala con tu amor a servir. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

lunes, 4 de abril de 2011

Jesús encuentra a su madre
Una espada atraviesa el corazón a María. La espada del dolor, de la madre que ve padecer a la vida de sus entrañas. María acompaña a su Hijo, en el camino más fuerte que puede tener una madre que es el de contemplar el final de su hijo. No hay dolor más fuerte ni más grande.
Nos unimos al dolor de tantas madres del mundo, que ven morir a sus hijos por el hambre, la droga, las enfermedades…, que ven morir a sus hijos ante la falta de ilusiones y de oportunidades. Madres dolorosas del mundo, corazones partidos por el dolor. Mujeres fuertes que acompañan hasta el final sin pasar facturas. Mujeres libres, sensibles y dolorosas, como María, nuestra Madre.




Oración: Señor Jesús, con María queremos acompañar tu dolor y encontrarnos con el sufrimiento de nuestros hermanos. Que el grito del dolor de los pobres no nos deje indiferentes. Afrontemos la espada del dolor, acompañando la vida que se escapa por las injusticias del mundo y las nuestras propias. Amén.

domingo, 3 de abril de 2011

III ESTACIÓN

Jesús cae por primera vez
Es tanto el dolor, el peso y el sufrimiento que Jesús cae, se derrumba por momentos. Su humanidad fatigada acaricia el suelo.
Jesús cae. Los pobres caen. Nuestros hermanos caen.  Y nosotros seguimos con lo nuestro: con nuestras músicas, nuestros descansos y comodidades, nuestras noticias, nuestros regalos, nuestras compras…, nuestras historias para no ver al que cae. Ciegos vivientes de la monotonía o del consumismo, permitimos que Jesús, que el hermano, que el que nos necesita caiga. Y caen delante de nosotros. ¡El Cielo clama con estas caídas! Y… para colmo, ¡seguimos igual!



Oración: Señor Jesús, por el misterio de tu Cruz, despiértanos continuamente. Danos la sensibilidad del que sabe ponerse en el lugar del otro, del caído, abandonado, tirado en la cuneta de la vida. No permitas que nuestra indiferencia nos haga cómplices de aquellos a los que la historia de la injusticia tira por las calles de nuestro entorno. Te lo pedimos a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

viernes, 1 de abril de 2011

Jesús carga con la Cruz
Jesús aguanta el peso de los que sufren. Soporta el dolor de los otros condenados por puro amor. Acoge el sufrimiento del Sur, de las mujeres, de los abandonados, de los que no pudieron subsistir porque otros se quedaron con su pan… Jesús suda con su carga, pero la lleva con la dignidad del que nunca nos deja solos en el dolor.

Oración: Señor, danos fuerza y fidelidad para cargar con los dolores de nuestros hermanos. Haznos firmes y decididos para poder soportar el sufrimiento de los que no cuentan. Que su dolor y su tristeza pesen en nuestras vidas. Como Tú, no permitas que abandonemos a los más arrinconados, antes bien, alentados por tu Espíritu, llevemos la suave carga de los sufrientes. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.