domingo, 17 de abril de 2011

IX Estación


Jesús cae por tercera vez
Jesús cae y es pisoteado. Cae por el peso de la Cruz, por las burlas y la avalancha del mal. Cae por sí mismo, pero es tirado. Estructuras, intereses, poderes que oprimen, siguen tirando y aplastando a Jesús: en África, en Asia, en América… y aquí, también muy cerca de donde vivimos, con nuestro estilo de vida, nuestra búsqueda de comodidades, nuestras opciones. Nosotros también, desgraciadamente, pisoteamos a Jesús. Parece que le amamos, pero en el momento crucial, nos pueden nuestros gustos, intereses y apetencias.
Él se queda solo, tirado, pisoteado. ¿Nos hemos dando cuenta del Cristo tirado en la calle, al que llamamos sin techo, sin papeles, sin…?
No seamos cómplices de empobrecer al hermano. No pisoteemos a Jesús en el hombre o mujer que está en la cuneta de la historia y del mundo. Aún estamos a tiempo de ayudar a levantarlo. Tan cerca. Tan lejos. Es una cuestión estructural y también de cada uno.


Oración: Señor Jesús, que caes por tercera vez, con más dureza, al suelo. Tú sientes la carga de la Cruz y el desprecio de aquellos que dan la espalda a tu Evangelio, de los que prefieren ganar intereses en lugar de desvivirse por el bien del hermano. Que esta tercera caída sea para nosotros una fuerte interpelación para tener cuidado al pisar y no aplastar al más débil, con el afán de enriquecer nuestro propio yo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

0 comentarios:

Publicar un comentario